Escuela de Infantería

Quiero expresar mi más profundo sentimiento de consideración y respeto al Comando Superior por designarme la gran responsabilidad de conducir el destino del alma máter de los Infantes de Colombia.

La Escuela de Infantería creada bajo el Decreto Presidencial 797 del 14 de abril de 1936, tiene como énfasis capacitar a través de los nuevos modelos del arma y doctrina militar moderna. Con el señor Teniente Coronel Carlos Pinzón Azuero Fundador y Primer Director, se inició entonces una de la más insignes unidades de nuestro Ejército Nacional, y hoy, son casi nueve décadas de historia en la que a través del tiempo han pasado 66 directores que marcaron el camino de esta noble unidad. Así mismo, el paso de los Oficiales y Suboficiales del Arma de Infantería llevan consigo las bases necesarias para las tácticas del Batallón, Compañía, Pelotón y Escuadra de la Divisa Roja.

Tenemos la loable misión de capacitar, especializar y entrenar al personal del Arma de Infantería del Ejército Nacional, Fuerzas Militares y Ejércitos extranjeros en el proceso de operaciones (planear, preparar, ejecutar y evaluar) de la maniobra táctica terrestre, con el fin de fortalecer las tareas y disciplinas propias de la especialidad. Así mismo, somos los encargados de proponer y actualizar la doctrina, el equipamiento y la organización de las capacidades que permiten confrontar los diferentes actores al margen de la ley. Ante esto, la Escuela de Infantería ha aportado la actualización de la doctrina, contribución en estandarización de procesos, planeamiento y proyección de las capacidades de la Infantería Liviana, Aerotransportada, de Selva, Montaña y Mediana con el fin contar con las herramientas necesarias que permiten dar cumplimiento de manera cabal a la misión impuesta en la Constitución Política de Colombia.

 La Escuela de Infantería encarna la mística y espíritu del cuerpo del soldado colombiano, el que, desde antes del nacimiento de la República, desde la revolución comunera, se ha constituido en el baluarte y columna vertebral de la institucionalidad, protector de la democracia y los más altos valores de la República.   la naturaleza heroica y la generosidad a través de los siglos, han forjado el sentimiento noble de entrega y sacrificio que nos distingue hasta hoy.

Somos fieles representantes del coraje y el valor del señor General de División José María Córdova, que, en el punto máximo de su gloria, condujo sus tropas a la victoria, dejando en el aire hasta el fin de los tiempos la misiva que, ante la mirada perpleja del adversario de Ayacucho, inmortalizó el más genuino sentimiento de arrojo del león rampante, a través de la súbita orden de “División Armas a Discreción de Frente, Paso de Vencedores”.

Este acontecimiento marcó de manera significativa la esencia del soldado colombiano, sumado al ejemplo de militares como el Sargento Inocencio Chincá,, el soldado Pedro Pascacio, Juan Bautista Solarte Obando, y soldados del Batallón Colombia N.1, quienes tomaron parte en la Guerra de Corea y entre otras acciones militares que a través del sacrificio de muchos de nuestros héroes, se ha forjado Patria y se ha dado  la  identidad y reconocimiento ante el mundo sobre el valor del militar colombiano.

 asumo entonces, de manera decidida, la responsabilidad de dirigir al personal de Oficiales, Suboficiales, Soldados y personal civil, que, con esfuerzo y profesionalismo, incentivan en nuestros comandantes de pequeñas unidades, la vocación y amor por la labor militar.

Avancemos juntos, con disciplina, entrega y unidad, para mantener viva nuestra misión y afrontar con valentía los desafíos del futuro. Unidos, lograremos que la Escuela de Infantería siga siendo un símbolo de orgullo, honor y valentía, un bastión de excelencia al servicio de la patria.

Patria, Honor, Lealtad